La Luna en tu ombligo.
La Luna se mece alegre en tu ombligo
destellos de plata salpican tu cara,
se agitan las olas al ver tu mirada
y yo en un suspiro me fundo contigo.
Y cuando en la noche se posa la calma
enciende mi antorcha tu dulce mirada,
y siento tu aliento en la madrugada
cálido y profundo envuelve mi alma.
Si al amanecer subes a cubierta,
la mar se engalana con bellos destellos
y el aire arboléa tus largos cabellos
y canta canciones, se viste de orquesta.
El sol resplandece en nítido cielo
las velas ondean al ritmo que impones
se posan en ellas mirlos y gorriones
las blancas palomas levantan el vuelo
Al pairo navego siguiendo tu pista
el mar de tus ojos inunda el silencio
y mi corazón que solo era un pecio
resurge del fondo y encuentra su isla.
La Luna se mece alegre en tu ombligo
destellos de plata salpican tu cara,
se agitan las olas al ver tu mirada
y yo en un suspiro me fundo contigo.
Y cuando en la noche se posa la calma
enciende mi antorcha tu dulce mirada,
y siento tu aliento en la madrugada
cálido y profundo envuelve mi alma.
Si al amanecer subes a cubierta,
la mar se engalana con bellos destellos
y el aire arboléa tus largos cabellos
y canta canciones, se viste de orquesta.
El sol resplandece en nítido cielo
las velas ondean al ritmo que impones
se posan en ellas mirlos y gorriones
las blancas palomas levantan el vuelo
Al pairo navego siguiendo tu pista
el mar de tus ojos inunda el silencio
y mi corazón que solo era un pecio
resurge del fondo y encuentra su isla.